La agricultura es el pilar de la soberanía alimentaria y una fuente vital de ingresos para miles de familias en la República Dominicana.
Sin embargo, un fenómeno social alarmante está minando esta actividad: el robo constante y sistemático de cosechas y ganado, lo que algunos describen como un verdadero "deporte".
En Abogados Siglo 21, escuchamos frecuentemente un lamento desgarrador de nuestros clientes: "Yo no siembro nada de agricultura en mi tierra porque se lo roban".
Esta frase resume una cruda realidad donde la delincuencia se ha convertido en un factor de riesgo económico que anula el esfuerzo, la inversión y la esperanza de los agricultores.
El Impacto Silencioso de la Delincuencia Agrícola
Dejar la tierra vacía no es una decisión fácil, sino una amarga medida de autoprotección.
Cuando la inversión en semillas, fertilizantes, mano de obra y el tiempo de espera se pierden por la acción de ladrones, el agricultor se enfrenta a una doble pérdida: la inversión monetaria y la oportunidad de ganancia.
Las 4 Razones por las que el Agricultor Elige No Sembrar:
Pérdida de Inversión Total: El costo de producir una cosecha es alto. Si se roba el producto justo antes de la recolección, el agricultor pierde el 100% de lo invertido.
Ciclo de Endeudamiento: Muchos agricultores operan con préstamos. La pérdida por robo imposibilita el pago de la deuda, generando un ciclo de pobreza y desesperanza.
Alto Riesgo y Bajo Retorno: Si el riesgo de robo es casi una certeza, el proyecto agrícola deja de ser viable económicamente. Se prefiere la seguridad de no perder a la posibilidad de ganar.
Violencia y Riesgo Personal: En muchos casos, los agricultores que intentan defender su propiedad enfrentan amenazas o agresiones físicas por parte de las bandas de ladrones, elevando el riesgo a un nivel personal.
El Robo como "Deporte": ¿Falta de Consecuencias?
Cuando nuestros clientes señalan que "el robo se ha convertido en un deporte", se refieren a la aparente facilidad con la que se cometen estos delitos y, en muchos casos, a la percibida falta de consecuencias legales efectivas para los responsables.
El robo de un racimos de plátanos, de aguacates, o de cabezas de ganado no solo es un delito contra la propiedad, sino un atentado directo contra la seguridad alimentaria y la estabilidad económica del país al quitarle la esperanza a los productores.
El Rol del Abogado Siglo 21: Proteger la Inversión
Ante este escenario, la asistencia legal se vuelve fundamental no solo para perseguir a los culpables, sino para asesorar al agricultor en medidas preventivas y de respuesta:
Asesoría en Seguridad Legal: Orientación sobre las medidas legales que pueden tomar para proteger sus propiedades (cercados, vigilancia, etc.) y sobre las responsabilidades legales en la defensa de sus bienes.
Denuncia y Seguimiento: Acompañamiento en el proceso de denuncia ante el Ministerio Público y la Policía Nacional, asegurando que se cumplan los procedimientos para que el caso no quede impune.
Reclamación de Daños: Búsqueda de mecanismos legales para obtener una indemnización por las pérdidas sufridas, aunque en el ámbito rural esto suele ser un proceso complejo.
La República Dominicana necesita fortalecer la vigilancia y endurecer las penas contra el robo de productos agrícolas.
Los agricultores son héroes silenciosos que luchan contra el clima, las plagas y, ahora, contra la delincuencia.
Proteger su inversión y su esfuerzo es proteger la economía y el futuro de la nación. No permitamos que el miedo vacíe nuestros campos.