Los principales riesgos legales que enfrentan las empresas en crecimiento son:
Riesgo reputacional: La reputación de una empresa es la imagen que tiene el público respecto del cuidado que aquella tiene en el cumplimiento de sus obligaciones legales y contractuales. Un litigio, una violación de datos personales o un incumplimiento contractual puede dañar la reputación de la empresa.
Riesgo de activos: La protección de los activos de la empresa es fundamental. Esto incluye propiedad intelectual, marcas, secretos industriales, bases de datos, bienes inmuebles, inversiones y garantías. Un incumplimiento legal o contractual puede resultar en la pérdida de estos activos.
Riesgo contractual: La firma de un contrato no solo significa un buen negocio, sino también deberes y obligaciones que se deben gestionar de manera oportuna, responsable y eficiente. Un incumplimiento contractual puede llevar a demandas, reclamos, investigaciones y sanciones.
Riesgo de litigio: Los litigios pueden surgir de disputas en tribunales, fruto de demandas, conducta de empleados o incumplimiento contractual. Esto puede afectar negativamente la reputación de la empresa y generar costos significativos.
Riesgo regulatorio: El cambio regulatorio puede afectar negativamente a la empresa, ya sea por cambios en la regulación del comercio, regulaciones fiscales o normativas de la Unión Europea.
Riesgo constitutivo: El riesgo constitutivo se refiere a la denominación de la empresa y a la regulación del tipo de empresa, como SA, SL, cooperativa, etc. Esto puede afectar la estructura y el funcionamiento de la empresa.
Riesgo territorial: El riesgo territorial incluye tratados, sentencias vinculantes, normativas de la Unión Europea y normativa internacional. Esto puede afectar la operación de la empresa en diferentes países o regiones.
Riesgo extintivo: El riesgo extintivo se refiere a la posibilidad de que la empresa entre en quiebra, liquidación o cierre. Esto puede afectar significativamente la reputación y el valor de la empresa.
Riesgo de desacuerdo: El riesgo de desacuerdo surge cuando las partes no se ponen de acuerdo en la interpretación de los términos de un contrato previamente firmado por ambas. Esto puede llevar a litigios y costos significativos.
Riesgo de incumplimiento fiscal: El riesgo de incumplimiento fiscal se refiere a la posibilidad de que la empresa no cumpla con sus obligaciones fiscales. Esto puede generar multas y sanciones.
En resumen, las empresas en crecimiento deben ser conscientes de estos riesgos legales y tomar medidas para mitigarlos, como contar con asesoría legal especializada y definir claramente las políticas y procedimientos de la empresa.
